El Congreso aprobó las historias clínicas digitales y ahora comienza el gran desafío: la opinión de FAMSA

El Congreso aprobó las historias clínicas digitales y comienza ahora el desafío de su implementación. La ley obliga al Estado a desarrollar las condiciones para que todos los centros de salud de Argentina interconecten el historial médico de cada habitante.

La normativa aprobada expresa que las nuevas historias clínicas electrónicas deben contener los datos médicos de cada persona, de forma clara y de fácil entendimiento, desde el nacimiento hasta su fallecimiento. Esa información será de libre acceso y seguimiento por parte del paciente.

LA INFORMACIÓN NO PUEDE SER ALTERADA

Además, la información suministrada no puede ser alterada, sin que quede registrada la modificación pertinente, aun en el caso de que tuviera por objeto subsanar un error.

«La información clínica contenida en el Sistema Único de Registro de Historias Clínicas Electrónicas debe tener, bajo la responsabilidad administrativa, civil o penal, carácter confidencial«, obliga el texto de la nueva ley. La cuestión de la seguridad informática de esa base de datos será parte de las precisiones que el Ejecutivo tendrá que resolver cuando encare este ambicioso proyecto.

El texto de la ley publicado en el Boletín Oficial define qué es lo que deberá contener la historia clínica unificada: «Forman parte los consentimientos informados, las hojas de indicaciones médicas y/o profesionales, las planillas de enfermería, los protocolos quirúrgicos, las prescripciones dietarias, certificados de vacunación, los estudios y prácticas realizadas, rechazadas o abandonadas».

LA OPINIÓN DE JUAN PIVETTA, PRESIDENTE DE FAMSA

Juan Pivetta, presidente de la Federación Argentina de Mutuales de Salud (FAMSA), habló sobre lo aprobado por el Congreso y, así como expresó su alegría por la medida, definió cuáles son los matices que hay que tener en cuenta.

«Esta ley es importante siempre y cuando forme parte de una política sobre la salud en Argentina. A primera vista, de momento parece más bien una expresión de deseo. Deja a supeditada la implementación al Poder Ejecutivo y el ministerio de Salud, pero al ser la salud una cuestión federal queda a criterio de cada una de las provincias para llevarlo adelante», dijo.

Pivetta observó que el principal desafío es «lograr un lenguaje común, a través de sistemas de interoperatividad que implica un diálogo y cruce de información de las personas que están en los distintos subsistemas, tanto la salud pública, la privada y la economía social». Remarcó que un sistema de informatización similar se quiso empezar a implementar bastante antes de la pandemia.

«UNA INVERSIÓN ENORME DEL ESTADO NACIONAL»

En ese marco, definió al Sistema Único de Historias Clínicas Electrónicas como «una inversión enorme del estado nacional, que en paralelo destina cada vez menos recursos a la salud. Hay que tener la tecnología adecuada, tanto hardware como software, conectividad necesaria y demás».

Por último, el titular de FAMSA puntualizó en que «es una carta de intención para mejorar la salud en Argentina, pero depende en su aplicación del gobierno de turno».