Escribe ROBERTO MOLINA
La decisión del INAES de disponer la intervención judicial de la Mutualidad Provincial Tucumán pone en evidencia que en el organismo nacional de control algunas cosas están cambiando… Efectivamente, se trató de una decisión difícil, teniendo en cuenta que quien hasta ayer fuera presidente de la entidad, Daniel Deiana, es un personaje que venía siendo apañado por la más alta dirigencia política y gubernamental de esa provincia.
En el INAES había denuncias contra Deiana, pero las gestiones anteriores del organismo no se hicieron eco de las mismas o las dejaron encajonadas hasta que se sumaran nuevos reclamos. Lo cierto, y lo más importante, es que finalmente la decisión fue adoptada. Y se puso punto final a la gestión de un dirigente mutualista que tenía rasgos de dictador provincial…
Deiana había personalizado la institución de tal forma (en la creencia de que era de su propiedad) al punto de que decidió acoplar su nombre y apellido al de la mutual (¡¡??). Este personaje quería demostrar a la población tucumana que el que les brindaba el servicio era él y no la entidad…
Se puede deducir que en el INAES ahora prevalece la decisión de hacer limpieza en el mutualismo (y también en el cooperativismo). Se estaría apuntando a desplazar a dirigentes que desde hace muchos años están enquistados en posiciones dirigenciales, manejando inconsultamente a sus respectivas instituciones. Es decir, manejándolas en forma unipersonal. Y esto es, justamente, lo que hacía Deiana en Tucumán.
Finalmente, la decisión del INAES oxigena al mutualismo. Es de esperar que esta situación se mantenga en el tiempo…