Escribe ROBERTO MOLINA
Ni el mutualismo ni el cooperativismo se han pronunciado, hasta el momento, acerca de la decisión gubernamental de incluir al Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) en la órbita de Presidencia de la Nación.
En cambio, en el organismo de control, puntualmente su presidente, Alexandre Roig, está contentísimo con este cambio, ya que lo ubica a corta distancia de las más altas autoridades del país.
Alguien ha expresado que este cambio es «una reivindicación histórica del sector» y se hace alusión a «cuatro ventajas estratégicas» que favorecerían a las entidades de la economía social. Nada más inexacto que eso…
Con los motivos que se pretende justificar este cambio, solo se trata de presentar con argumentos aceptables una modificación que ni las mutuales ni las cooperativas han solicitado.
Para concluir, es oportuno poner las cartas sobre la mesa: al único que le conviene este cambio es a Alexandre Roig, funcionario que tiene serias aspiraciones de escalar posiciones más altas en la administración pública, ya que cuenta con el respaldo de peces gordos enquistados en las altas esferas nacionales…