Referentes de la Federación de Mutuales Brigadier General Estanislao López reclamaron que el nuevo texto constitucional de la provincia incorpore al sector mutual. Destacaron su rol clave en salud, deporte, cultura y participación ciudadana, y advirtieron sobre la necesidad de blindar su actividad frente a cargas tributarias.
En Santa Fe funcionan más de 800 mutuales. Desde salud y clubes deportivos hasta educación y cultura, su impacto social es innegable. Por eso, la Federación de Mutuales Brigadier General Estanislao López (FESAEM) considera que el sector debe estar presente en la reforma de la Constitución provincial.
Carlos Ghisolfo, vicepresidente de FESAEM, aseguró que el mutualismo “tiene incidencia en la vida social del ciudadano común” y que era “muy importante tener nuestra voz” en este proceso histórico.
Rosana Soto, dirigente y delegada en el Consejo Económico y Social, agregó que “este modelo es fundador para la provincia” y que el reconocimiento constitucional sería “un hecho verdaderamente importante para nuestras instituciones”.
Uno de los puntos más urgentes para el sector es el tributario. “Creemos que el acto mutual, que es la relación con el asociado, debe estar libre de tasas y gravámenes”, dijo Ghisolfo. Cuestionó que, a nivel municipal, se equipare a las mutuales con entidades financieras.
Según explicó, “si se le da rango constitucional, seguramente tendrá mucho más peso en cualquier discusión posterior” sobre cargas impositivas.
Soto detalló tres propuestas en materia de participación ciudadana: la creación de un instituto autárquico del sector; el reconocimiento del Consejo Económico y Social; y jerarquizar el Consejo de Asociativismo, que hoy existe por decreto.
Para Ghisolfo, las mutuales han sido clave en el interior santafesino. “Después de la década del 80 creció el ahorro mutual y, con él, los clubes, las escuelas y los servicios de salud”, señaló.
Advirtió que, mientras algunos bancos se retiran de localidades pequeñas, las mutuales permanecen. “En las crisis, la gente sacaba plata de los bancos, pero no de las mutuales. Confían en su dirigente, lo ven todos los días, saben que su gestión es honesta”, sostuvo.
Esa confianza, dice, debe protegerse: “No es solo economía, es tejido social. Somos quienes sostenemos a las comunidades cuando otros se van”.