En el marco del 63° aniversario de la Asociación Mutualista Calera Avellaneda (AMCA), su presidente, Ricardo Salazar. hizo un repaso de las dificultades de este 2024. La entidad cumplió 63 años de existencia brindando cobertura de salud a los trabajadores, y más tarde, a toda la población en general.
Comenzó como el Sindicato Obrero de la Industria de Cal, Cemento y Anexos (Soicca) y en 1964 pasó a denominarse Asociación Mutualista del Personal de Calera Avellaneda (Ampca). Finalmente, durante la presidencia de Roberto Albertario, quien estuvo al frente de la institución por más de dos décadas, ocurrió la reforma del estatuto que eliminó la ‘P’ del nombre y permitió que cualquier ciudadano de la comunidad olavarriense pueda convertirse en adherente de la mutual.
Creada en 1961 por un grupo de trabajadores de la empresa, seis décadas más tarde presta servicio a más de 850 asociados que se dividen entre activos, donde se agrupan los trabajadores de la cementera; adherentes, que es la población en general; participantes, la familia de los trabajadores, y jubilados y pensionados.
Ricardo Salazar preside la comisión directiva de AMCA desde el año 2010 y según sus palabras “este ha sido un año realmente difícil, sin dudas el más complicado de toda mi gestión”. Se sumó a la gestión de AMCA como vicepresidente en el año 2008, mientras aún era trabajador de Cementos Avellaneda, por pedido de Roberto Albertario, y quedó a cargo luego del fallecimiento del mismo.
Luego de un 2023 en el que la actividad se desarrolló con normalidad hasta los últimos meses del año, “tuvimos que ajustarnos un poco con la inflación pero cerramos bien”, señaló el directivo.
Uno de los mayores golpes que sufrió la institución fueron las medidas con respecto al Programa de Atención Médica Integral (PAMI), sobre todo la eliminación de la cobertura de algunos medicamentos que pasaron a ser considerados de venta libre y el aumento de precios.
“Esto nos llevó a tomar un poco más de precaución en todos los beneficios sabiendo que los medicamentos son uno de nuestros fuertes, con una cobertura del 70% máximo y que iba a requerir un aporte más del asociado”, remarcó Salazar.
Frente a estos problemas, debido a las decisiones del gobierno nacional, el dirigente indicó que “no hemos tocado ningún beneficio que afecte a nuestro asociados, pero mes a mes no nos sobra nada”. En ese sentido, destacó la trayectoria de la institución que gracias a su historia “nos permite afrontar estos tiempos como ya sucedió en otras oportunidades con otros presidentes, y acá seguimos”.
“Venimos manteniendo el orden y el equilibrio institucional. Este es el camino que hemos elegido para continuar durante este periodo tan complicado… Y nos está dando resultados”, agregó.
Uno de los grandes objetivos llevados a cabo bajo la gestión de Salazar fue la posibilidad de tener la sede propia, lo que marcó un hito en la historia de la mutual. Indicó que esta decisión, permitió lograr una gran organización que ayudó a atravesar problemas, como la pandemia por el Covid 19 y los periodos de gran inflación de los últimos años.
“Es algo que nos llena de orgullo y siempre tenemos presente el gran esfuerzo que hicimos para que la obra pudiera llevarse a cabo, y también la ayuda que recibimos desde muchos espacios”, recordó Salazar.
Un aspecto que el directivo resaltó sobre su larga trayectoria dentro de la asociación es “el apoyo que nuestra gente nos ha dado y nos sigue dando a toda la comisión directiva, que tenemos la responsabilidad de conducir esta institución”.
A pesar del contexto adverso, expresó que no ha habido grandes cambios en la cantidad de asociados, que se mantiene alrededor de 850 desde hace un tiempo. “Hay algunas bajas pero también altas, entonces se mantiene estable y para nosotros es muy importante porque nos da la seguridad que siguen confiando, tanto los que están hace mucho tiempo, como los que recién llegan”.