La Asociación Mutual Carlos Mugica, de la provincia de Córdoba, está trabajando activamente en la elaboración de proyectos habitacionales, apuntando a satisfacer la demanda de sus asociados. Con más de 35 años de vida y una fuerte inserción en las barriadas populares de Córdoba, esta mutual fue pionera en la comunicación popular y el movimiento de radios comunitarias. Pero la entidad desarrolló otras múltiples acciones, destacándose la promoción de loteos de acceso facilitado a las familias de trabajadores.
Marco Galán es el presidente de la Mutual. Conocedor como pocos del hábitat popular urbano, propuso desde esta institución una salida para el acceso a la tierra, a través de un modelo de gestión autónomo y autogestivo, que además cree que es un modelo que puede replicarse y extenderse.
“Desde 2001 la provincia no interviene más en el tema lotes con servicios con las organizaciones. Hubo una experiencia con el programa ‘Lo Tengo’, pero bastante acotada. A partir de 2010 en la mutual trabajamos en todo lo que concierne a los lotes con servicios, en una perspectiva de trabajo conjunto con organizaciones gremiales”, sostiene Galán.
Es que al frente, se encuentra una realidad insoslayable: la especulación con la tierra y la manera en que el capitalismo financiero encontró allí una forma eficiente a la hora de reproducir sus ganancias, privando a las familias del acceso a la tierra.
“Así se capta en Córdoba parte de la renta extraordinaria, fundamentalmente de la producción agropecuaria y sojera, y eso se blanquea y se manifiesta en los fondos de inversión, fideicomisos, se construyen barrios cerrados, departamentos. Todo eso generó una suerte de burbuja inmobiliaria”, amplió el presidente de la Mutual Mugica.
La Mugica propone un modelo de gestión autónomo y de autofinanciamiento. En Villa María se lanzó el primer desarrollo, en asociación con Encuentro Comunitario, una asociación civil. Se produjeron las primeras 32 hectáreas, 650 lotes donde ya hay muchas familias viviendo.
Se trata de una experiencia de compra de tierra comunitaria, donde tras la subdivisión de los lotes, se los dota de infraestructura y se les otorga la escritura a todos los inscriptos, que son asociados a la mutual.
Las sucesivas etapas del Pro.Ha.S. se dieron en Río Ceballos, Alta Gracia y Villa del Prado. Como ejemplo, el desarrollo de lotes con servicios en Río Ceballos, comprendió 48 hectáreas, con 720 terrenos sobre la ruta E53.
El primer acuerdo con organizaciones sindicales se hizo con la Unión de Educadores de la Provincia de Córdobna (UEPC). De esta manera, el gremio promueve entre sus afiliados los programas, aunque el acceso a estos loteos es abierto y sólo requiere asociarse a la Mutual Mugica y elegir las distintas alternativas de financiamiento que se ofrecen.
Hoy se trabaja en asociación, además de la Uepc, con la Asociación Gremial de Empleados del Poder Judicial (Agepj); la Asociación Docentes e Investigadores de la UNC (Adiuc), el Círculo Sindical de la Prensa (Cispren); la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Villa María (ADIUVIM) y la Mutual de Trabajadores de Prensa (Mupren), entre otras organizaciones.
“No hay renta mercantil, no hay un privado que se lleve la ganancia. Hemos demostrado que es posible producir los lotes con servicios y escriturarlos. Iniciamos el proceso, a partir de los aportes de cuotas de los inscriptos para cada proyecto y todos quienes participan son asociados a la mutual”, explica Marco Galán.
La localización de la tierra es producto del consenso con las organizaciones sindicales y otras instituciones que participan de manera asociativa. Comienza con el contacto con los titulares de las grandes parcelas, buscando una opción de compra accesible. Como primer paso, se busca “pesificar” la compra, algo difícil, porque la tierra se cotiza en dólares.
Después, se alcanza un acuerdo con los vendedores, para lograr un plan de pagos financiado. Se negocia una suerte de asociación con los vendedores, de manera de coordinar entre todos los actores, en función de los plazos que se otorgan a los socios de la mutual.
Quienes adhieren a cada programa pasan a ser copropietarios. Los socios hacen su aporte, acompañan el proceso solidariamente y después reciben el beneficio del lote con servicios escriturado.